La pérdida de audición puede estar provocada por muchos factores y afectar a cualquier persona. Lo normal es que empecemos a no escuchar bien cuando nos vamos haciendo mayores porque con la edad y de forma natural las células internas del oído van perdiendo su utilidad. Médicamente esto se llama Presbiacusia. Por eso, las personas empiezan a subir el volumen de la televisión o la radio, hablar más alto, quedarse callados en reuniones familiares, aislarse, etc. Es el momento de hacerse un estudio auditivo.

En estos casos, la única solución está en usar audífonos, porque hoy por hoy, no hay medicamentos ni operación que devuelvan la audición. Los audífonos son adaptables a cualquier edad. No hay que olvidar que muchos niños nacen con déficits auditivos que deben ser tratados con esta tecnología digital o jóvenes que por contaminación acústica y los malos hábitos auditivos (uso de dispositivos de audio a mucha intensidad) van perdiendo audición.

 Mother embracing sleeping newborn baby

Para solucionar estos problemas hay que acudir a un centro auditivo, dónde, el especialista hará los estudios audiométricos e  indicará la solución auditiva más adecuada. Señalar que el 95% de los casos de pérdida auditiva se soluciona con audífonos.

Paso a paso

Una vez que el paciente acude al centro auditivo y se recogen sus datos personales, previa autorización, se procede a realizar una anamnesis o entrevista inicial en la que se recogen sus datos médicos, antecedentes clínicos y familiares y se comprueba el estado del oído externo. Para ello se realiza una Videotoscopia o diagnóstico por imagen con la que se valora el estado del conducto auditivo y del Tímpano.

A continuación se realiza una Impedanciometría. Se trata de una prueba importante para analizar el funcionamiento del oído medio (cadena de huesecillos: Martillo, Yunque y Estribo y de la Trompa de Eustaquio).

Checking her ears

Una vez comprobado el estado del oído externo y el oído medio comenzamos a realizar la audiometría con la que se valora el oído interno. En ella se hacen distintas pruebas (audiometría tonal con la que se conoce el umbral auditivo y se detecta el umbral de inconfort y la logoaudiometría para ver qué nivel de comprensión del lenguaje tiene la persona).

Con estos resultados se determina si se escucha bien o no, las posibles causas y qué soluciones auditivas existen si  se detecta hipoacusia.